Una de las copias más antiguas del Romance de los tres reinos, edición de Ye Fengchun ilustrada, se encuentra en España. ¿Y por qué? ¿Y por qué no?
Puede que una de las partes más denostadas de la historia de la península ibérica, esa que no cuentan ni en el colegio ni en el instituto, sea el intercambio de ideas de España y Portugal en Asia Oriental durante el siglo XVI, especialmente en Japón.
Tal es así que todavía hoy en día varias recetas japonesas provienen de aquella época, tales como el daifuku mochi, basado en los huevos de Santa Teresa, el Tempura, basado en la forma portuguesa de rebozar el bacalo de Temporá, o el postre Kasutera; que significa Castilla y viene a ser un bizcocho. Se suele hablar más de mosquetes y cartas de Hideyoshi, pero a mí el hecho de que todavía se coma un plato que viene claramente de aquí me llama más la atención. Si queréis saber más sobre el tema podéis leer el libro: El siglo ibérico de Japón (tuve la suerte de conocer al autor, aunque fuese solo levemente).
Los jesuitas y las misiones comerciales fueron pioneras en esas relaciones. Pero la ocupación de las Filipinas por parte de España reforzaría los intercambios culturales y diplomáticos con el Lejano Oriente.
Fruto de estos intercambios, en 1575 Martí de Rada y Jerónimo Marín llegaban a Manila tras haber comprado un centenar de ejemplares chinos de todo tipo; entre ellos varias copias del Romance de los tres reinos ilustrado. Recordemos que la novela todavía no había alcanzado su versión definitiva, cosa que no haría hasta el siglo siguiente…
Sigue leyendo →