Capítulo 1

Juramento de los tres hermanos

Capítulo 1

Tres valientes juran hermandad en el jardín de los melocotoneros

La primera tarea de nuestros héroes: derrotar a los Turbantes Amarillos

 

 

Todo lo que está bajo el Cielo, tras un largo período de división tiende a unirse; tras un período de unión, tiende a dividirse. Así ha sido desde la antigüedad. Cuando el mandato de la dinastía Zhou se debilitó, siete reinos lucharon entre sí hasta que Qin obtuvo el imperio. Tras el fin de Qin, surgieron dos reinos rivales: Chu y Han, que combatieron por la soberanía. Y Han fue el vencedor.

 

La buena fortuna de Han comenzó cuando Liu Bang, el Supremo Ancestro, mató una serpiente blanca1 para alzar las banderas de la rebelión, que no terminó hasta que todo el Imperio perteneció a Han2. Este magnífico patrimonio pasó de generación en generación a los sucesivos emperadores Han durante doscientos años, hasta que fue interrumpido por la rebelión de Wang Mang. Mas pronto Liu Xiu, fundador de los Han Posteriores, restauró el imperio, y los emperadores Han continuaron su mandato por otros doscientos años hasta los días del emperador Xian, condenados a ver el principio de la división del imperio en tres partes, conocidas como los Tres Reinos.

Sin embargo, la caída del imperio en el caos comenzó con dos predecesores del emperador Xian, los emperadores Huan y Ling3. El Emperador Huan retiró de sus cargos a la gente de talento, pero otorgó su confianza a los eunucos de palacio. Vivió y murió, y el emperador Ling ascendió al trono. Sus consejeros eran el Comandante Supremo4 Dou Wu y el Gran Tutor Chen Fan. Dou Wu y Chen Fan, hastiados de los abusos e intromisiones de los eunucos en los asuntos de estado, tramaron su asesinato. Pero el taimado jefe de los eunucos, Cao Jie, descubrió el complot y los honestos Dou Wu y Chen Fan fueron condenados a muerte, lo que reforzó más que nunca el poder de los eunucos.

 

 

Y aconteció que en la luna llena del cuarto mes, en el segundo año de la Calma Establecida5, el emperador Ling entró en la Sala de la Virtud. A punto de sentarse en el trono, una ráfaga de viento surgió de la esquina de la sala, donde apareció una gran serpiente negra colgando de las vigas del techo. La serpiente se deslizó en el aire hasta sentarse en el trono. El emperador se desmayó. Aquellos cerca de él se lo llevaron rápidamente al interior de palacio, mientras los cortesanos se dispersaban y huían. Entonces, la serpiente desapareció.

Comenzó una terrible tempestad, y el trueno y el granizo causaron confusión hasta la medianoche. Dos años más tarde, en el segundo mes, un terremoto arrasó la capital de Luoyang y una gran ola llegó a la costa, llevándose con ella a muchos de sus moradores. Los malos presagios no terminaron y diez años más tarde, en el primer año de la era de la Radiante Armonía, una gallina se transformó en un gallo. En la luna nueva del sexto mes, una oscura neblina se apoderó de la Sala de la Virtud, y un arco iris fue visto en la Cámara del Dragón al mes siguiente. Lejos de la capital, parte de las montañas Yuan colapsaron, dejando una impresionante fisura en su costado. Y los malos presagios continuaron uno tras otro.

El emperador Ling, conmovido por los malos augurios, promulgó un edicto en el que preguntaba a sus ministros por la razón de semejantes calamidades. Cai Yong, consejero de la Corte, escribió con rotundidad:

 

Los arco iris y el cambio de sexo en las aves son provocados por la interferencia de emperatrices y eunucos en los asuntos del estado.

 

El emperador leyó este memorial con gran pesar, pero Cao Jie, desde su puesto detrás del trono, notó su amargura. Aprovechando una oportunidad, Cao Jie informó a sus seguidores y se imputaron cargos contra Cai Yong, que fue obligado a retirarse a su casa en el campo. Tras esta victoria el poder de los eunucos se hizo más y más fuerte. Diez de ellos: Zhang Rang, Zhao Zhong, Cheng Kuang, Duan Gui, Feng Xu, Guo Sheng, Hou Lan, Jian Shuo, Cao Jie, y Xia Yun, formaron una activa facción en la corte conocida como “los diez sirvientes” o “los diez eunucos”.

Uno de ellos, Zhang Rang, ganó tanta influencia que se convirtió en el consejero favorito del emperador. El emperador llegó incluso a llamarlo “padre adoptivo”. De esta forma, la corrupta administración se degradó rápidamente hasta que a lo largo del imperio, el pueblo comenzó a considerar la rebelión y por todas partes acechaban los bandidos.

 

Por aquel entonces, en el condado de Julu6, vivían tres hermanos pertenecientes a la familia Zhang: Zhang Jue, Zhang Ba, y Zhang Lian. El mayor de ellos, Zhang Jue, tras suspender los exámenes locales, dedicó su vida a la medicina. Un día, mientras recogía hierbas medicinales en el bosque, Zhang Jue se encontró a un venerable anciano de rostro joven y ojos verde esmeralda que caminaba con la ayuda de un bastón decorado con una planta de quinuilla. El anciano llevó a Zhang Jue hasta una cueva donde le entregó un libro en tres volúmenes procedente del Cielo.

 

—Este libro—dijo el anciano—, es el “Clásico de la Gran Paz”7. Domínalo y serás el representante del Cielo, con poder para extender el conocimiento y salvar a la humanidad. Pero has de mantenerte libre de la tentación en todo momento o ten por seguro que sufrirás grandes desdichas.

 

Con una humilde reverencia, Zhang Jue tomó el libro y preguntó el nombre de su benefactor.

 

—Soy el espíritu inmortal de las tierras del Sur—contestó el anciano y desapareció en el aire.

 

Zhang Jue estudió el libro sin descanso hasta llevar sus preceptos a la práctica. Pronto fue capaz de invocar al viento y controlar la lluvia, y fue conocido como el Taoísta del Camino de la Gran Paz.

En el primer mes del primer año de la Estabilidad Central8, una terrible plaga asoló la tierra y Zhang Jue curó a los enfermos con mágicos remedios, tomando el título de Gran y Virtuoso Maestro. Inició a varios discípulos en los misterios del libro y los envió a las cuatro esquinas del imperio. Ellos, al igual que su maestro, eran capaces de crear amuletos y recitar encantamientos. Y junto a su fama aumentó el número de sus seguidores.

Zhang Jue organizó a sus discípulos en treinta y seis capítulos, el mayor con más de diez mil miembros, el menor con seis o siete mil. Cada capítulo tenía su propio jefe con el título de general. Los rumores se propagaron. Decían que había llegado el año de la Rata de Madera Yang, primero del ciclo de sesenta y que el mundo iba a cambiar por completo en dicho año. El cielo azul de la primavera, continuaban los rumores, ha muerto y el cielo amarillo del verano está sobre nosotros. Zhang Jue ordenó a sus seguidores coger tizas y escribir “Rata de Madera Yang” en las puertas de sus casas.

La población entera de ocho provincias9, Qingzhou, Youzhou, Xuzhou, Jizhou, Yangzhou, Yanzhou y Yuzhou, siguió los preceptos del Gran y Virtuoso Maestro.

 

Con el aumento del número de fieles, también crecieron las ambiciones de Zhang Jue. El Gran y Virtuoso Maestro soñaba con un imperio, y envió en secreto a uno de sus seguidores, Ma Yuanyi, a la corte con presentes de oro y trajes para el eunuco Feng Xu10.

 

—En grandes empresas como la nuestra—dijo Zhang Jue a sus hermanos—, lo más difícil es conseguir el apoyo del pueblo. Pero nosotros ya lo tenemos. Y semejante oportunidad no puede ser desaprovechada.

 

Y comenzaron a prepararse. Estandartes y banderas amarillas fueron alzados, y se escogió un día para la rebelión. Cuando todo estuvo dispuesto, Zhang Jue envió a su discípulo, Tang Zhou, con una carta para Feng Xu. Mas Tang Zhou, en lugar de entregar la carta, informó inmediatamente a la corte. El emperador ordenó a He Jin, Comandante Supremo, que enviase a sus soldados para arrestar a Ma Yuanyi. Éste, fue decapitado y Feng Xu acabó en prisión junto a muchos otros conspiradores.

 

Desenmascarado el complot, los hermanos Zhang fueron forzados a presentar batalla. Zhang Jue se autoproclamó Señor de los Cielos, Zhang Ba Señor de la Tierra, y Zhang Lian Señor de los Hombres. Y con esos títulos redactaron este manifiesto:

 

La buena fortuna de los Han ha terminado, y el Gran y Virtuoso Maestro está entre nosotros. Seguid la voluntad del Cielo, y caminad por la senda de los justos, para así conseguir la Gran Paz.

 

Desde las cuatro esquinas del imperio el pueblo acudió a la llamada de Zhang Jue y cubrió sus cabezas con turbantes amarillos11. Pronto su número fue tal, que los ejércitos imperiales huían ante los rumores de su llegada. Su número superaba el medio millón.

 

He Jin, Comandante Supremo, hizo una petición a la corte y con un edicto se convocó a todo hombre disponible para combatir a los rebeldes. Mientras los preparativos finalizaban, envió a Lu Zhi, Huangfu Song y Zhu Jun, comandantes de las tropas de palacio, en una campaña contra los bandidos rebeldes desde tres puntos diferentes.

El ejército de Zhang Jue había llegado hasta Youzhou, la región al nordeste del imperio. El gobernador de Youzhou era Liu Yan, que formaba parte de la familia imperial. Cuando se enteró de la llegada de los rebeldes, llamó a Zhou Jing, su consejero.

 

—Ellos son muchos y nosotros pocos—dijo Zhou Jing—. Debemos alistar tropas para enfrentarnos a ellos.

 

Liu Yan estuvo de acuerdo. Ordenó pegar carteles oficiales en busca de voluntarios. Uno de estos carteles llegó al condado de Zhuo, donde llamó la atención de un hombre muy particular.

 

Éste, no era un gran letrado ni encontraba ningún placer en el estudio, pero era pacifico y amigable por naturaleza. Hombre de pocas palabras, su rostro nunca dio signos de tristeza o alegría. Amigo de las grandes causas y los hombres virtuosos, era un hombre alto12, de largas orejas hasta el punto de que llegaban hasta sus hombros, y de largos brazos con unas manos que le llegaban hasta más abajo de las rodillas. Era capaz de ver sus orejas con sus propios ojos. Su complexión era tan clara y aguda como el jade y tenía unos labios rojos y carnosos.

Era descendiente del príncipe Sheng de Zhongshan, cuyo padre fue el emperador Jing13. Su nombre era Liu Bei1415. Muchos años antes, uno de sus parientes gobernaba aquel condado en nombre del emperador, pero perdió sus títulos cuando no fue capaz de realizar adecuadamente las ofrendas ceremoniales. Con el paso del tiempo, la rama familiar se empobreció cada vez más. El padre de Liu Bei, Liu Hong, fue un virtuoso y erudito funcionario al que la muerte le encontró joven. Liu Bei quedó huérfano a temprana edad pero mostró su piedad filial16 cuidando a su madre.

Por aquel entonces, la familia era muy pobre y Liu Bei se ganaba la vida vendiendo sandalias de paja. El hogar familiar se encontraba en una aldea cerca de la ciudad de Zhuo. Junto a la casa crecía un gran morero que visto desde lejos semejaba un carro con palanquín. Tal era la belleza de su follaje, que un adivino predijo que la familia daría al mundo un hombre de gran distinción e importancia.

De pequeño, Liu Bei jugaba con los demás niños de la aldea bajo sus ramas. En sus juegos, trepaba al árbol mientras gritaba:

 

—¡Soy el Hijo del Cielo17, y éste es mi carruaje!

 

Al oírlo, su tío Liu Yuanqi reconoció que Liu Bei no era un chico ordinario y se encargó de cuidar de las necesidades del pequeño. Cuando Liu Bei cumplió los quince, su madre lo envió a la escuela. Entre sus maestros se encontraban Zheng Xuan y Lu Zhi y entre sus amigos, Gongsun Zan.

 

Liu Bei tenía veintiocho años cuando leyó el cartel. La noticia le entristeció sobremanera y suspiraba mientras lo leía.

 

De pronto, tronó una voz tras él:

 

—¿Por qué suspirar si no eres capaz de hacer nada por tu país?

 

Liu Bei se dio la vuelta para encontrarse a un hombre aún más alto que él, con una cabeza que asemejaba a la de un leopardo, ojos como brazaletes de jade y un bigote que recordaba a las barbas de un tigre. Su voz era poderosa y su fuerza semejaba la de una manada de caballos al galope. Liu Bei, al ver que no era un hombre ordinario, preguntó su nombre.

 

—Zhang Fei es mi nombre18—contestó el extraño—. Mi familia ha vivido en este condado durante generaciones. Poseo tierras y vendo vino y carne de cerdo. Mi deseo es conocer gente de gran virtud. Al verte suspirar ante el cartel, decidí acercarme a ti.

 

—Soy de la familia imperial. Liu Bei es mi nombre. Y desearía destruir a los turbantes amarillos y devolverle la paz a estas tierras pero no tengo con qué.

 

—Yo poseo los medios—dijo Zhang Fei—. Unamos nuestras fuerzas. Podemos crear un pequeño ejército y juntos afrontar esta misión.

 

Éstas eran grandes noticias para Liu Bei, así que juntos fueron a la posada de la aldea a ultimar los detalles. Y alegres estaban bebiendo, cuando un hombre, aún más alto que Zhang Fei, entró en la posada pidiendo vino.

—¡Y hazlo rápido!—añadió él—. Tengo prisa por llegar a la ciudad y enrolarme en el ejército.

 

Liu Bei observó al recién llegado, aún más alto que Zhang Fei y con una larga barba; su cara era de un color rojo oscuro y sus labios eran carnosos y rojos. Tenía ojos de Fénix y espesas cejas como gusanos de seda. Inspiraba dignidad. Liu Bei se sentó junto a él y preguntó su nombre.

 

—Guan Yu soy—contestó él—. Nací al este del río, pero he sido un fugitivo19 por al menos cinco años, tras matar a un rufián que se aprovechaba de su riqueza para extorsionar a todo el mundo. He venido a unirme al ejército.

 

Ante semejantes palabras, Liu Bei le contó sus planes y los tres fueron juntos a las tierras de Zhang Fei para deliberar sobre su gran proyecto. Y dijo Zhang Fei:

 

—Detrás de la casa hay un bello jardín de melocotoneros en flor. Mañana haremos un solemne sacrificio y declararemos nuestras intenciones ante el Cielo y la Tierra. Juraremos hermandad y unidad de cuerpo y corazón. Así iniciaremos nuestra gran tarea.

 

Tanto Liu Bei como Guan Yu estuvieron de acuerdo.

 

Al día siguiente, prepararon las ofrendas: un buey negro, un caballo blanco y vino para la libación. Bajo el humo del incienso que ardía en el altar, inclinaron sus cabezas y juraron:

 

—Nosotros, Liu Bei; Guan Yu y Zhang Fei, aún proviniendo de diferentes familias, juramos ser hermanos y ayudarnos los unos a los otros en el peligro y la dificultad. Juramos servir al estado y al pueblo. Aunque no nacimos el mismo día, quieran el Cielo y la Tierra que muramos el mismo día. ¡Si no cumplimos este juramento, que los dioses nos castiguen!

 

Liu Bei fue proclamado el hermano mayor y Zhang Fei el menor. Completaron las ofrendas y mataron otro buey que sirvieron en un banquete para los valientes del condado. Más de trescientos se unieron a su causa, y juntos festejaron y bebieron en el jardín de los melocotoneros. Al día siguiente, recogieron sus armas, para darse cuenta con frustración de que no había caballos que montar.

Mas pronto les fue comunicado que unos mercaderes de caballos habían llegado a los dominios de Zhang Fei.

 

—El Cielo nos asiste—dijo Liu Bei.

 

Los tres hermanos fueron a recibir a los mercaderes. Sus nombres eran Zhang Shiping y Su Shuang de Zhongshan. Todos los años viajaban al norte a vender sus caballos, pero debido a los turbantes amarillos aquel año regresaban temprano a sus hogares. Los hermanos los invitaron a la casa, donde se hizo un banquete en su honor. Entonces Liu Bei les contó sus planes para luchar contra los rebeldes y restaurar la paz. Zhang Shiping y Su Shuang quedaron impresionados y donaron cincuenta caballos, 500 taels 20 de oro y plata y 1000 jin21 de acero22.

Los hermanos expresaron su gratitud y los mercaderes continuaron su camino. Entonces trajeron herreros para forjar las armas. Para Liu Bei crearon dos finas espadas23; Guan Yu diseñó el Sable del Dragón Verde también llamado Espada congelada, que pesaba 82 jin24; y para Zhang Fei crearon una lanza de 1, 8 zhang25 llamada Lanza Serpiente. Cada uno de ellos fue ataviado con una armadura completa.

Cuando todo estuvo preparado, su ejército, que llegaba ya a los quinientos hombres, se presentó ante Zhou Jing, quien los presentó al gobernador Liu Yan. En la ceremonia de presentación, Liu Bei declaró su linaje, y, viendo Liu Yan que ambos eran de la familia imperial, lo reconoció como su sobrino.

 

 

No pasó mucho tiempo antes de que tuvieran noticias de los rebeldes. Cheng Yuanzhi, uno de los líderes de los turbantes amarillos, se dirigía al condado de Zhuo con más de cincuenta mil hombres. Liu Yan le ordenó a Zhou Jing que dejara a Liu Bei y sus dos hermanos liderar a sus quinientos hombres y los envió a la batalla26. Con alegría, Liu Bei se puso al frente del ejército y marcharon hasta el pie de las colinas Daxing, donde se encontraron con los rebeldes. Estos llevaban la melena suelta sobre los hombros y las cabezas cubiertas con turbantes amarillos.

Cuando ambos ejércitos se situaron uno enfrente del otro, Liu Bei se colocó al frente de su ejército con Guan Yu a su izquierda y Zhang Fei a su derecha.

Alzando su fusta, Liu Bei comenzó a increpar a los rebeldes:

 

—Rebeldes traidores, ¡rendíos antes de que sea demasiado tarde!

 

Cheng Yuanzhi, furioso, envió a uno de sus generales, Deng Mao, a plantar batalla. Zhang Fei alzó su alabarda serpiente. Un golpe y Deng Mao cayó de su caballo partido en dos. Al ver esto, Cheng Yanzhi espoleó su caballo y se abalanzó sobre Zhang Fei con la espada lista para matar. Mas Guan Yu se le adelantó con su pesada espada. Ante su terrible apariencia, Cheng Yanzhi quedó paralizado y antes de poder reaccionar, el gran sable cayó cortándolo en dos. Generaciones posteriores escribirían un poema honrando este encuentro:

 

 

英雄露穎在今朝,

一試矛兮一試刀。

初出便將威力展,

三分好把姓名標。

Al alba, los héroes prueban las armas afiladas,

Uno la lanza, otro la espada.

Por vez primera, su fuerza empleada,

Dará a sus tres nombres justificada la fama.

 

 

Con su líder caído, los rebeldes arrojaron sus armas al suelo y huyeron27. Liu Bei y su ejército los persiguieron sin demora. Tantos se rindieron que fue imposible contarlos.

 

Cubiertos de gloria retornaron los tres hermanos. Liu Yan en persona les dio la bienvenida y recompensó al victorioso ejército. Al día siguiente, llegó un mensaje del gobernador de la provincia de Qingzhou, Gong Jing. Los turbantes amarillos estaban asediando su ciudad y necesitaba ayuda con urgencia.

 

—Ardo en deseos de ayudar. Yo iré—dijo Liu Bei tras hablar con Liu Yan.

 

Liu Yan ordenó a Zhou Jing que partiese con cinco mil soldados, acompañado por Liu Bei, Guan Yu y Zhang Fei. Los rebeldes, al ver la llegada de los refuerzos, dividieron su ejército en dos y atacaron con violencia. Superados en número, el ejército de Liu Bei tuvo que retirarse 30 li28 y acampar.

 

—Los rebeldes son demasiados y nosotros pocos—dijo a Liu Bei a sus hermanos—. La única forma de derrotarlos es cogerlos por sorpresa.

 

Así que prepararon una emboscada. Guan Yu y Zhang Fei, cada uno con un millar de soldados, se ocultaron a los lados de una colina, listos para intervenir al sonido de los gongs.

 

Al día siguiente, Liu Bei y Zhou Jing avanzaron con su ejército gritando ferozmente mientras retumbaban los tambores. Cuando los rebeldes se lanzaron contra ellos, Liu Bei ordenó la retirada. Creyendo que la victoria era suya, los rebeldes le persiguieron hasta las colinas. Entonces, sonaron los gongs. Zhang Fei y Guan Yu aparecieron a derecha e izquierda, mientras Liu Bei daba la vuelta para enfrentarse a los rebeldes. Atacados por tres lados, los rebeldes huyeron a Qingzhou con grandes pérdidas. Pero el gobernador Gong Jing salió con su ejército fuera de los muros de la ciudad para atacarlos y el ejército rebelde fue aniquilado. El asedio había terminado. Generaciones posteriores escribirían un poema honrando a Liu Bei:

 

運籌決算有神功,

二虎還須遜一龍。

初出便能垂偉績,

自應分鼎在孤窮。

Inspirado, creó un plan digno de los dioses:

Dos tigres tenían que ceder paso a un dragón.

La hazaña todavía recordada,

Su corona, a los pobres destinada29.

 

 

 

Tras celebrar la victoria, Zhou Jing quería regresar a Youzhou. Pero Liu Bei le contestó:

 

—He sido informado de que el general Lu Zhi está combatiendo contra una horda de rebeldes bajo el mando del mismísimo Zhang Jue en Guangzong. Lu Zhi fue mi maestro y ahora quiero ayudarle.

 

De esta forma, Zhou Jing se retiró con su ejército y los tres hermanos partieron a Guangzong con sus quinientos hombres. Encontraron el campamento de Lu Zhi, donde fueron recibidos. El general los recibió con gran alegría y les contó los avatares de la batalla.

Por aquel entonces, ciento cincuenta mil soldados componían el ejército de Zhang Jue, tres veces más que el de Lu Zhi. Ambos se habían enfrentado varias veces a las afueras de Guangzhong sin un resultado claro.

 

—Puedo enfrentarme solo a estos rebeldes—le dijo Lu Zhi a Liu Bei—. Pero sus dos hermanos, Zhang Bao y Zhang Liang, han acampado en Yingchuan frente a las tropas de Huangfu Song y Zhu Jun. Te daré un millar de hombres, para que puedas comprobar qué ocurre allí y así podremos organizar un ataque conjunto.

 

Liu Bei aceptó y sin demora partió a Yingchuan. Cuando llegaron, vieron que Huangfu Song y Zhu Jun acababan de derrotar a los rebeldes, que se retiraron a Changshe donde acamparon entre la paja. Al verlo, Huangfu Song le dijo a Zhu Jun:

 

—Los rebeldes han acampado entre la paja. Podemos atacarlos usando el fuego.

 

Cada soldado cortó un poco de paja y se ocultó para la emboscada. Aquella noche el viento soplaba con fuerza. Al filo de la medianoche, encendieron las hogueras y atacaron, incendiando el campamento. Las llamas llegaban hasta el mismo cielo. No hubo tiempo de llegar a los caballos o ponerse las armaduras y, en la confusión reinante, huyeron en todas las direcciones.

 

La matanza continuó hasta el amanecer. Zhang Liang y Zhang Bao con los supervivientes consiguieron abrir una brecha y escapar por ella. Justo entonces un ejército de caballería apareció ante ellos. Sus banderas eran rojas y se encontraban liderados por un hombre de mediana estatura con pequeños ojos y una larga barba. Su nombre, Cao Cao30. Llevaba el título de Comandante de caballería, y provenía del condado de Qiao31. Su padre era Cao Song, pero no era realmente un Cao. Cao Song había nacido como parte de la familia Xiahou, pero fue adoptado por Cao Teng, un eunuco, del que tomó el nombre familiar.

De joven, Cao Cao había dedicado su tiempo a la caza, el canto y el baile. Aún así era tenaz y astuto. Uno de sus tíos, disgustado por tan inútiles ocupaciones, trató de hacer ver a su padre, Cao Song, lo inapropiado de la actitud de su hijo. Pero Cao Cao nunca fue fácil de abatir y enseguida urdió un plan. Un día, según se acercaba su tío, cayó al suelo en un fingido desmayo. Su tío alarmado corrió a avisar a Cao Song, que se apresuró hasta el lugar en el que, supuestamente, yacía su hijo para encontrar a Cao Cao en perfecto estado de salud.

 

—Tu tío aseguraba que te habías desmayado. ¿Te encuentras mejor? —preguntó su padre.

 

—No me he desmayado—aseguró Cao Cao—. Si mi tío ha dicho tal cosa, es porque he perdido su afecto.

 

Desde entonces dijese lo que dijese su tío, su padre no creyó ni una palabra. Y así creció el joven Cao Cao sin rendir cuentas a nadie.

 

Por aquel entonces, un hombre llamado Qiao Xuan le dijo a Cao Cao:

 

—El desorden reina en el mundo y solo un hombre de grandes cualidades puede devolverle la paz. ¿Eres tú ese hombre?

 

He Yong, procedente de Nanyang, dijo sobre él:

 

—Los días de la casa de Han están contados, pero él restaurará la paz.

 

Cao Cao decidió preguntar a un sabio de Runan, Xu Shao, conocido por saber ver en el corazón de las personas.

 

—¿Qué clase de hombre soy?—preguntó Cao Cao.

 

Xu Shao no contestó. Cao Cao volvió a preguntar.

 

—En tiempos de paz—contestó finalmente Xu Shao—, serás un hábil ministro, pero cuando reine el caos, serás un gran héroe.

 

Cao Cao estaba complacido.

A los veinte, Cao Cao había ganado una reputación y era conocido por su piedad filial e integridad; y fue promovido por el gobierno local. Su cargo era de poca importancia, pero pronto fue promovido a Capitán del Norte32 en la propia capital, Luoyang. En cuanto asumió el cargo, llenó las puertas de la ciudad con palos de colores con los que castigaba las infracciones sin importarle rango o parentesco. Una noche, un tío del eunuco Jian Shuo apareció con una espada y fue arrestado33 y azotado. Nadie volvió a atreverse a quebrantar la ley en su presencia. Así ganó fama y pronto se convirtió en gobernador de Dunqiu34.

Cuando se desató la rebelión de los Turbantes Amarillos, Cao Cao fue nombrado Capitán de caballería al cargo de cinco mil soldados de caballería e infantería, y se le ordenó partir a Yingchuan. Al llegar se encontró a los rebeldes en plena retirada. Y Cao Cao los masacró. Más de diez mil fueron decapitados y se capturaron incontables banderas, gongs y caballos, además de amplías sumas de dinero. Aún así, Zhang Ba y Zhang Liang consiguieron escapar. Tras una breve conversación con Huangfu Song, Cao Cao partió en persecución de los dos hermanos.

 

Pero volvamos con Liu Bei35, que avanzaba hacia Yingchuan con Guan Yu y Zhang Fei. Desde su posición podían oírse los gritos de los combatientes y verse las llamas que iluminaban los cielos. Se dirigieron con presteza al emplazamiento de la batalla pero era demasiado tarde; los rebeldes huían derrotados. Fueron a ver a Huangfu Song y Zhu Jun para contarles los planes de Lu Zhi.

—Zhang Liang y Zhang Bao no están acabados—dijeron los comandantes—. Debes partir a Guangzong , Liu Bei, y viajar día y noche para ayudar a derrotar a Zhang Jue.

Los tres hermanos retornaron sobre sus pasos. A mitad de camino se encontraron a un grupo de jinetes escoltando a un prisionero. Era nada menos que Lu Zhi, el mismo al que trataban de ayudar. Alterado, Liu Bei desmontó para averiguar lo ocurrido.

—Conseguí cercar a Zhang Jue—explicó Lu Zhi—, y estaba a punto de derrotarlos, cuando Zhang Jue recurrió a la hechicería. Me fue imposible derrotarlo. La corte envió al eunuco Zhuo Feng para investigar las causas de mi derrota, pero él lo único que quería era un soborno. Falto de provisiones para mi ejército, ¿dónde iba a conseguir el dinero? Iracundo, Zhuo Feng informó a la corte de que yo me había aislado en una fortaleza sin atreverme a luchar. Ante semejantes acusaciones, la corte ha enviado al Líder de los gentiles de la corte36, Dong Zhuo, a reemplazarme y yo voy a ser juzgado en la capital.

Ante semejante injusticia, Zhang Fei entró en colera; quería matar a la escolta y liberar a Lu Zhi.

—La corte tiene el apoyo del pueblo—trató de refrenarlo Liu Bei—. ¿Cómo puedes actuar tan precipitadamente?

La escolta rodeó a Lu Zhi y partió.

—Lu Zhi ha sido arrestado y otro estará dirigiendo el ejército—dijo Guan Yu—. Si vamos allí, no tendremos a nadie que nos apoye. Será mejor volver a Zhuo.

Así fue como los hermanos y su ejército partieron hacia el norte.

Apenas dos días más tarde escucharon el clamor de la batalla al otro lado de las colinas. Liu Bei arreció a su caballo y se dirigió a una alta colina seguido por sus hermanos. Allí vieron al ejército imperial a punto de ser aniquilado. Tantos eran los turbantes amarillos, que cubrían con su número colinas y valles enteros. En sus banderas podía leerse claramente: “Señor de los Cielos”.

—¡Es Zhang Jue!—exclamó Liu Bei.

Los tres hermanos llevaron a sus hombres a la batalla lo más rápido posible. Dong Zhuo estaba a punto de caer ante las tropas de Zhang Jue, pero los tres hermanos cargaron con su ejército, desorganizando a las fuerzas de Zhang Jue al que obligaron a retroceder cincuenta li. Así rescataron a Dong Zhuo y lo devolvieron a su campamento.

—¿Cuál es vuestro cargo?—preguntó Dong Zhuo.

—Ninguno—contestó Liu Bei.

Al oír esto, Dong Zhuo no les prestó el más mínimo respeto. Liu Bei se retiró en silencio, pero Zhang Fei estaba furioso.

—Nos hemos dejado la piel para salvar a ese gusano y sigue sin mostrarnos respeto. ¡Solo su muerte podrá satisfacer mi ira!

Zhang Fei desenvainó y se dirigió a la tienda de Dong Zhuo.

 

運籌決算有神功,

二虎還須遜一龍。

初出便能垂偉績,

自應分鼎在孤窮。

Desde tiempos inmemoriales,

Las emociones nos dominan.

En ocasiones los héroes son de origen humilde,

Pero ni siquiera el sencillo Zhang Fei,

Puede matar a todos los villanos del mundo.

 

Cuál fue el destino de Dong Zhuo, lo sabrás en el próximo capítulo.

 

1 Según la leyenda, Liu Bang mató una serpiente blanca gigante de aliento venenoso. Al día siguiente, se encontró a una anciana llorando. Cuando Liu Bang le preguntó por qué lloraba, ella contestó: “Mi hijo, el hijo del emperador blanco, ha sido asesinado por el hijo del emperador rojo”. El rojo era el color de la dinastía Han.

2 202 a.C.

3 Mediados del siglo II d.C.

4大將軍, da jiangjun,literalmente “gran general”, es un título que proviene de la época de los Reinos Combatientes.

 

5 168 d.C., nótese que el calendario chino está establecido en meses lunares.

6 Actual provincia de Hebei

7太平經 , Taiping Jing, tuvo una gran influencia en el taoísmo posterior. De sus 170 capítulos, sólo 57 sobrevivieron y fueron recopilados en el Daozang, alrededor del año 400. La Gran Paz (Taiping, 太平), fue el tema central de numerosas rebeliones a lo largo de la historia de China, la última de ellas en pleno siglo XIX.

8 184 d. C esta fecha es importante. Zhang Jue pensaba que con el comienzo del siguiente ciclo sexagenario, el Cielo Amarillo sustituiría al Cielo Azul en el gobierno del mundo, con lo que comenzaría la era de la Gran Paz.

9 o zhou, sistema de divisiones administrativas creada en la dinastía Han y que pervivió hasta la actual república china. Este sistema y/o el nombre que lo acompañaba fue empleado también en Corea y Japón, varias regiones actuales como Honshū en Japón o ciudades como Guangzhou en China, le deben la parte final del nombre. En inglés son traducidas como “provincias” hasta la dinastía Tang y “prefecturas” tras ésta.

10 Uno de los diez sirvientes.

11 De ahí el nombre de la rebelión

12 Según el libro medía 7 chi o 1,73 metros. Dado que el capítulo ya está lleno de medidas, he decidido dejar las alturas para más tarde. 1,73 m era una gran altura hasta tiempos recientes tanto en Asia como en Europa.

13 157-141 a.C.

14 En el original, los tres hermanos se presentan como “de la familia Liu, de nombre Bei y mi nombre de cortesía es…”. Hasta época reciente el nombre se utilizaba para uno mismo y sus mayores. Se tenía un nombre de cortesía para los de la misma generación, cartas… etc. Este nombre es el empleado en la mayor parte del libro por muchos de los personajes. Por economía de medios y para simplificar, los nombres de este libro son por lo general los más conocidos, aunque se añadirán notas con los de cortesía.

15劉備, Liu Bei. Nombre de cortesía 玄德, Xuande, usa los caracteres de misterio y virtud.

16 La piedad filial es una de las virtudes que Confucio defendía.

17天子, tianzi, emperador

18 張飛 Zhang Fei, de nombre de cortesía Yide, 益德, literalmente guardián de la virtud.

19江湖, Jianghu. Este término nace en la misma época que el Romance en la novela “A la orilla del agua”. En esta novela se crearía el entorno para las futuras historias wuxia (de espadas). Literalmente significa “ríos y lagos” y expresa una comunidad o ambiente en el que la ley y el orden han perdido su razón de ser y los personajes fugitivos o marginados son los verdaderos héroes.

20 El tael, era una medida aplicada para el oro y la plata, su peso ha ido cambiando con el tiempo pero es aproximadamente 40g

21 , medida tradicional china, su peso es de aproximadamente 600g

22 Aquí se refieren al 镔铁, bintie, éste era un tipo de hierro refinado, conocido por su dureza y empleado en la fabricación de armas aunque no se conoce con exactitud su composición.

23 , el arma a la que se refieren se llama jian, una espada de doble filo que es empleada en China desde la antigüedad, es un arma típica de las películas wuxia como “Tigre y Dragón”

24 Esta arma es un guandao, supuestamente inventada por Guan Yu y que consiste, en términos sencillos, en un palo de lanza unido a una espada curva. Es poco probable que Guan Yu usase esta arma y menos de semejante peso (más de 40 kilos). De ella deriva la naginata japonesa.

25 4 metros

26 Esta parte es un poco confusa, pero parece que Zhou Jing lidera el resto del ejército

27 Debido a las numerosas guerras de la época, no hubo tiempo de entrenar ejércitos completamente profesionales. Las batallas se producían entre ejércitos sin entrenamiento, que huían a la primera señal de problemas y dependían completamente del líder. Por supuesto, también hay razones narrativas para estos finales abruptos.

28literalmente “aldea” es una medida tradicional china, equivalente a 500 metros, en este caso se retiraron unos 15km.

29 Dice así: “Preparó un divino inspirado plan, dos tigres debían ceder paso a un dragón. Sus hazañas todavía legendarias, a pesar de ser novatos, es simplemente natural que él divida su trípode ding, y comparta las piezas con los huérfanos y los desamparados.” El trípode ding es donde desde tiempos inmemoriales se sitúan las ofrendas sólidas para los ceremoniales. Estos sacrificios fueron realmente importantes durante la dinastía Shang y el trípode quedó como símbolo de poder.

 

30 Cao Cao, 曹操 nombre de cortesía Mengde, 孟德

31 Actual Bozhou

32 La persona en este puesto se encontraba al cargo del distrito norte de una ciudad. Era un puesto humilde, de no ser porque era en la capital.

33 Al contrario que en la Europa medieval, sobre todo al contrario que las costumbres españolas durante muchos siglos, en China el estado era el encargado de la seguridad de sus ciudadanos que en numerosas ocasiones no podían ir armados.

34 En condiciones normales sería considerada una promoción, si bien dado la lejanía del puesto se puede inferir que el eunuco consiguió que Cao Cao abandonase la capital.

35 卻說, queshuo,Una forma típica de cambiar de personajes y que viene a decir: “Hablemos por un momento sobre…”

36中郎將, zhonglangjiang según el diccionario de títulos de Charles O Hucker

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