Y ésta es sin lugar a dudas mi adaptación favorita a los videojuegos: Romance of the Three Kingdoms II, Sangokushi II (三國志II).

Un juego que apereció en 1989 y que fue adaptado a múltiples formatos, desde los PC de entonces hasta versiones de SuperNintendo y Genesis (Megadrive).

El juego ya incluye muchas de las ventajas de esta saga de juegos, y comienza con una simple elección, la época en la que jugarás a escoger entre 6 posibles escenarios:

1. Dong Zhuo seizes control of Luoyang (AD 189)
2. Warlords struggle for power (AD 194)
3. Liu Bei seeks shelter in Jing Province (AD 201)
4. Cao Cao covets supremacy over China (AD 208)
5. The empire divides into three (AD 215)
6. Rise of Wei, Wu and Shu (AD 220)

De los cuales desde mi punto de vista el más divertido es sin duda el primero, ya que es el que más jugadores y diferentes posibilidades permite. Una vez en él, se puede escoger entre los grandes señores de la guerra como Cao Cao, Sun Jian, Yuan Shao, Liu Bei… etc, o entre otros más débiles como son Tao Qian o Liu Zhang. Una de las novedades de este juego en su momento era la posibilidad de crear tu propia familia en una de las provincias vacías (que hay muchas).

El juego no es simétrico, consta del mapa de China dividido en 41 regiones como podemos ver en su caja, que para la época ya era de un cuidado exquisito (aquí podemos ver una foto de SNES).

Cada región cuenta con una riqueza y una población diferente, cada señor de la guerra comienza con diferentes tipos de generales y ahí es donde radica la riqueza de este juego, las acciones son sencillas, ataques a los enemigos, diplomacia y un leve desarrollo económico, pero todas ellas están centradas en personajes reales cada uno con sus características, a los que tendremos que tratar bien para que no se pasen al bando contrario debido a sobornos o cabreos repentinos de los personajes (lo que puede ocurrir en cualquier momento, incluso en el medio de una batalla).

El sistema de combate también está centrado en los personajes, pudiendo cada uno de ellos dirigir hasta un centenar de soldados por batalla en unos enfrentamientos que pueden incluir varios jugadores y alargarse durante turnos y turnos, ya que si no hay un vencedor claro en la batalla, se pueden enviar refuerzos y comida. Contando con el pequeño defecto que no se puede guardar la partida en el medio de un combate, esto ha provocado las batallas más viciantes que haya jugado jamás. Noches enteras batallando por el control de una provincia clave. Aquí podéis ver el funcionamiento de una batalla, duelo incluido.

Otra razón por la que hay que alabar a este juego es que, al contrario que en versiones posteriores, como el Romance of the Three Kingdoms VIII, el campo de batalla de cada enfrentamiento era un continuo, en el que se luchaba ciudad a ciudad por una región entera y que de hecho todos juntos conforman el mapa de China (unificado por DragonAtma del foro scholars of shen zhou).

Es cierto que el juego, sobre todo desde el punto de vista actual, tiene varios fallos. Uno de ellos la impresionante lentitud a la hora de manejar los combates. Otro es la facilidad con la que se engaña a la IA, que aún no estaba muy desarrollada, así como todo el espacio vacío en el sur, que si bien tiene mucho sentido considerando la historia, da una gran ventaja a los jugadores como Sun Jian, con claro acceso a la zona.

Tan efectivo era el sistema creado, que el propio Koei lo ha reciclado en 2015 para crear un “Romance of the Three Kingdoms Maker” (三国志ツクール) por su treinta aniversario. Lamentablemente el juego solo ha salido en japonés, pero incluye opciones como crear personajes y ponerle la foto que prefieras (sí, Pizza el Hut, señor de la guerra, puede conquistar China).

Por lo demás, y ya para acabar, Romance of the Three Kingdoms II es un juego adictivo, que puede representar un reto para cualquier jugador de hoy en día, sobre todo si escogemos uno de los señores de la guerra más débiles y con peores generales, como Tao Qian. Sin duda es mi favorito de la saga.

Aquí podéis encontrar en inglés un manual para los que queráis probar el juego.